domingo, diciembre 17, 2006

REPUDIO A LA EVALUCIÓN AL MAGISTERIO PERUANO

REPUDIO A LA PRUEBA
ANTIMAGISTERIAL del 20-12-2006
¡VIVA EL SUTEP!

1 ¿Porqué antes de evaluar a los profresores del Estado no se evalúa a los señores congresistas? Si los profesores deben estar preparadísimos para su función docente con los miserables salarios que siguen siendo miserables aún con el 40% de reajuste aplicado en el quinquenio toledista, me pregunto y pregunto a quien corresponda ¿Cuán preparados están los señores y señoras del Congreso Nacional para elaborar las leyes que nos rigen? Sugerencia: aplicar, de entrada, un test de California (sicotécnico) y un Rorschach (personalidad) .

2 Es paradójico que nadie se haya planteado la necesidad de evaluar previamente a los llamados "padres" (malos padrastros en verdad), y si estén de acuerdo, según las encuestas publicadas por los medios, en que se evalúe a los maestros, sin preguntarse antes cuál es la intencionalidad política de tal medida, más aún, viniendo como viene de un gobierno altamente politizado como es el actual signado por la estrella de cinco puntas ("el hombre es un animal político" gustan repetir...subrayand o que si le quitas lo político queda sólo....). Incluso gente progresista, "rosadita", acepta sin mayor trámite la aplicación de la evaluación tan sospechosa que se intenta aplicar este martes 20 de diciembre.

3 Otra pregunta que me viene a la mente es: Si la salud nacional está tan mal o peor que la educación...¿Porqué nadie se mete con los médicos? Es bien sabido que aún en los más avanzados países la medicina, aplicada por los médicos, cura un 10% de las enfermedades existentes y crea otro 10% (balance final neto = 0%). En este caso se le reclama al Mº de Salud, al Seguro Social, etc. Y la diferencia es notoria y saltante: los yerros médicos desembocan fácilmente en la muerte del paciente. ¡Y los familiares se quedan, en una mayoría de casos conformes con la muerte de sus seres queridos, habiendo firmado previamente, ellos o la víctima una autorización que prácticamente libera a los galenos y al establecimiento médico de cualesquier responsabilidad penal!

4 Lo que quiere, obviamente, el actual gobierno, es volver a controlar sindicalmente al magisterio. Requisito previo, impajaritable, es la quiebra del gremio. Del único gremio nacional sobreviviente. Dirigido por una organización de izquierda. Y cuya oposición interna también lo es. El Apra no tiene ninguna posibilidad de recuperar por la legal la dirección sobre el magisterio. Absolutamente. Sólo le queda el método de la quiebra desde arriba combinado con la violencia por mano propia o por mano del Estado. Para hacerlo requieren de una justificación más o menos consistente. Y esa justificación es la prueba evaluativa. Que no apunta a lo que dicen...a hacer una encuesta. Habría que ser demasiado estúpido para creerlo así (o mal intencionado. .).

5 Ahora que el dinero sobra en los bancos...que nuestro oro se exporta sin pagar los impuestos que debería pagar y sin declarar las toneladas que realmente se llevan...que se ha descubierto un yacimiento petrolero que nos ha de permitir recuperar la autosuficiencia energética... etc...etc, debería invertirse en alimentar a la niñez y a la juventud de las escuelas públicas del Perú, que se duerme por hambre crónica....por desnutrición manifiesta, en recuperar el horario completo que se redujera en el septenio de Velasco para dar cabida a más escolares, en remunera a los profesores por el mayor trabajo a realizar por la recuperación del horario, en reciclar a los profesores sin poner en peligro su estabilidad laboral y sin entrometerse en la vida sindical de los trabajadores.

6 Propongo que se haga un balance de la educación pública peruana. Medio siglo de educación o tres cuartos de siglo de educación peruana. Donde se evalúe la gestión de los sucesivos gobiernos y del Parlamento peruano. Allí saldrían cosas muy interesantes: a De cómo el Apra, desde el parlamento, impulsó el surgimiento de las normales a diestra y siniestra por todo el país, sin contar con los formadores de profesores.. .sólo por afán proselitista, b De cómo Acción Popular duplicó el número de escuelas cubriendo las plazas de profesores muchas veces con gente intitulada y no letrada, c De cómo el gobierno de Velasco redujo las horas de clase a la mitad con el fin de poder establecer colegios turno de mañana y turno de tarde. Sería interesantísimo comprobar las responsabilidades de los sucesivos gobiernos de turno en la actual situación educativa nacional.

7 Este 20 de diciembre los maestros y maestras del Perú NO DEBEN ACUDIR a la evaluación que el actual gobierno pretende aplicar. Lo único que se busca es imponer un sindicato aprista en lugar del sindicato unitario (SUTEP). Ninguna mejora será posible si no es con la intervención de las bases sindicales, del colegio de profesores, de los padres de familia, de las facultades de educación de las universidades estatales.

José Ríos R.
http://critica- socialista. blogspot. com/

domingo, noviembre 19, 2006

Voto en Lima

Lima vota





En un contexto de apatía promovida por los medios, de cansancio de la población, del hartazgo que promueve la angurria extrema por el pequeño poder.



No es para menos. Los que votamos por una revolución nacional-democrática-popular en las urnas, ¿6.3…ó 7 millones? eso solo lo saben los que dirigieron a los digitadores de la ONPE y las papeletas electorales sabiamente incineradas para borrar toda huella o indicio del delito, no tenemos expectativas importantes en este proceso electoral municipal y regional.



Eso, sumado al increíblemente mal manejo de la cúpula del PNP de la selección de los candidatos nacionalistas, ha determinado la situación actual. Elecciones “tontas” que muy bien están aprovechando los vivos de toda la vida.



Veamos:



Dicen que Castañeda Lossio gana. Con el 70% del voto válido. Y que los demás no sacan ni para el té. Ni siquiera el “sheriff” de la captura del “cachetón” Guzmán Reinoso (Alan no podría endosarle ni la mitad de su propia votación, unos 12 o 13 puntos porcentuales).



Que Lay Sun se levanta un 15% del electorado limeño (lo que suena a premio consuelo como el que le dieron al levantarle la valla para que sus candidatos puedan ser congresistas y no pierda su inscripción en el registro).



Que Gonzalo García sólo obtiene el 1% de los votos (casi casi ni Nadine votaría por la “O”).



Y así….sucesivamente.



Lo que no dicen los medios es lo que, por ejemplo, revela el simulacro de voto del Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima hace pocos días (15/11/06):



VOTO EMITIDO

2006
Nov 15
Luis Castañeda Lossio (Unidad Nacional) 48,9
Benedicto Jiménez (APRA) 11,7
Humberto Lay (Restauración Nacional) 11,0
Gino Costa (Somos Perú) 6,4
Gonzalo García (Partido Nacionalista) 6,1
Carmen Lozada (Sí Cumple) 4,1
Gustavo Massa (Acción Popular) 1,7
Teobaldo Aguilar (Frepap) 0,7
Martina Portocarrero (Unión por el Perú) 0,6
Esther García (Avanza País) 0,6
Wilson Aragón (Renacimiento Andino) 0,5
Jorge Miranda (Diálogo Vecinal) 0,4
Blanco 5,1
Viciado 2,1
(Base: Solo entrevistados residentes de Lima) (608)
Lo que es muy significativo, sabiendo como se sabe de la identificación de la Universidad de Lima con la candidatura de Castañeda Lossio (y de todo lo que huela y signifique una opción neo-liberal y digitada por el Imperio USA).

¿Que Castañeda gana? Sí, es evidente. Esta es una elección sin contendores. Con todos los medios a favor del reeleccionista. Con el íntegro de los recursos del poder a su favor. Fíjense sólo en el nombre de los hospitales municipales: todos son “solidarios” (que es el nombre del partido del Alcalde de Lima…aquel por el cual trabajará desde pasado mañana una vez que se salga con la suya). Sí, Castañeda ganará, y con el gana una vez más la corrupción (la que practica desde los tiempos del Banco Industrial donde se peló todos los créditos que pudo, de la Caja de Beneficios del Pescador que dejó más desfondada que cajón de chino en quiebra, de Essalud cuyos hospitales pintó bien bonito luego de llenar sus oficinas del personal de sus services, y por último, y me falta mencionar algunos otros lugares de su ejecutoria de uñas largas, en la Alcaldía Provincial de Lima donde ha hecho de todo menos lo fundamental, para perla mencionemos sólo el SOAT que es el seguro más caro de toda América Latina), gana la anti-política, la que maneja al elector como autómata a la hora de votar, gana, una vez más, el maquillaje, aquel que aconseja cambiarlo todo para que nada cambie.

¿Que Gonzalo García concentra los votos que persisten en el cambio de este país? Eso también es evidente. A estas alturas el candidato del PNP, con el símbolo de la “O” debe estar por encima de los 10 puntos del voto válido. Y podría llegar a colocar algunos regidores, para fiscalizar la gestión neo-liberal en una metrópoli que es ya casi un país entero con grandes problemas que requieren grandes soluciones y no lo que trae la política neo-liberal que significa la privatización de todo (en primera fila la educación pública, los mercados, la salud, y todo lo que les sea negocio y mantener sus exoneraciones tributarias).

Esta noche sabremos lo que pasará luego de todo.

Votemos por el futuro.

José Ríos R.
19-11-2006
http://www.critica-socialista.blogspot.com/



 

miércoles, noviembre 08, 2006

CM

Comité Malpica

x Raul Wiener - [ 07.06.06 - 08:56 ]

Una de las pocas banderolas que no pertenecían al partido de Humala, en su mitin de cierre en San Juan de Lurigancho era la del Comité Malpica. A una cierta distancia pude ver la de un sector de los humanistas de Yehude Simon que se separaron de esa organización. Y entre la masa a los militantes de La Lucha Continúa distribuyendo su periódico que llamaba a votar por el líder nacionalista. No sé si estoy olvidando a alguien, pero lo que relato da una idea del sobrepeso que ha tenido que cargar Ollanta Humala casi sólo para alcanzar una victoria en la mayoría de los departamentos del país y quedar a dos puntos de ganar el gobierno nacional. Pero también indica que, aunque pocos, hubimos los que nos jugamos de principio a fin por el cambio político, económico y social. El Comité Malpica que preside Ricardo Letts era, en su origen, una asociación de personas que nos juntamos para darle continuidad a la obra de Carlos Malpica Silva Santisteban, recogiendo su múltiple contribución al desarrollo de una nueva política de izquierda en el Perú. Como seguidores de Malpica nos hemos esforzado por seguir la huella del investigador acucioso y serio de la realidad nacional, del incorruptible fiscalizador del poder, del político consecuente e íntegro, que siempre actuó en función de los intereses de nuestro pueblo. Tal vez en nuestro proyecto original no teníamos todos muy claro cuánto podíamos llegar a comprometernos en una posición común frente a los acontecimientos del país, pero lo cierto es que a partir de la lucha contra el fraude de la re-reelección y por levantar a las masas contra la dictadura en el año 2000, nuestra actuación ha sido la de un colectivo organizado que participa de la dinámica política del Perú. Esto tiene íntima relación con el proceso que hemos vivido los últimos años y en especial los meses recientes, con el resultado de las elecciones del 4 de junio y con las proyecciones que existen de aquí para delante. Somos una organización pequeña y nuestra capacidad de incidir en la coyuntura es limitada, no obstante están claramente registradas las batallas grandes y pequeñas que hemos desplegado desde el comienzo de la llamada transición democrática, en contraste con lo que fue la agenda de los otros partidos de la izquierda:a. Aún antes del levantamiento de los hermanos Humala en Locumba, en octubre del 2000, el Comité Malpica integró la corriente que apuntaba a romper con la Mesa de Diálogo de la OEA, en la que se cocinaba la impunidad y el andamiaje político que es esencialmente el que hoy existe bajo la forma de una mixtura entre el fujimorismo de los 90 y la democracia devaluada de los 80, que es causa de tantas frustraciones para nuestro pueblo. Nosotros postulamos entonces una transición sin Fujimori, una Asamblea Constituyente y un juicio político y popular a todos los corruptos. b. Por esta convicción no tuvimos reparo en solidarizarnos activamente con el gesto militar de Tacna, que rompía una unanimidad militar de diez años y denunciaba directamente el carácter tramposo que iba tomando la transición, a través del arreglo de los corruptos con los representantes de los partidos tradicionales. c. En el año 2001 no apoyamos la candidatura de Alejandro Toledo porque ésta dejo de ser expresión del movimiento democrático y de la lucha contra la corrupción, y se convirtió en la punta de lanza para el continuismo neoliberal. Pero tampoco votamos por Alan García Pérez que representa lo peor de la vieja política criolla, la conciliación con el neoliberalismo, el paramilitarismo y la represión contre el pueblo.d. Desde el comienzo del gobierno de Toledo impulsamos todas las iniciativas que apuntaban a alcanzar la unidad de las fuerzas de izquierda y progresistas, para recuperar un espacio en la política nacional y contribuir a forjar una alternativa popular a las distintas opciones de la reacción y el imperialismo. Este proceso, como se sabe, estuvo lleno de tropiezos, contradicciones, actos de autosuficiencia, burocratismo, etc., y terminó en una nueva división que fue el camino al desastre electoral de la primera vuelta. e. A partir del movimiento contra las privatizaciones en Arequipa en el 2002, de la huelga magisterial y el paro agrario del año siguiente, el Comité Malpica consideró legítima la exigencia que empezó a manifestarse en sectores crecientes del pueblo para destituir al gobierno de Alejandro Toledo, que se fue acentuando con las denuncias de corrupción y entreguismo que fueron recayendo sobre dicho régimen. Esta posición chocaba con la actitud de la mayor parte de los partidos representados en el Congreso, en particular del APRA, que jugando a una aparente oposición, fueron los soportes claves para que no avanzaran las investigaciones y denuncias contra el gobierno. A su vez, una parte de la izquierda que se consideraba comprometida con la idea de otorgarle gobernabilidad al sistema y de evitar irrupciones sociales bruscas, rechazó la consigna de destitución de Toledo y apostó a la conciliación vía el “Acuerdo Nacional” y otros mecanismos. f. La ocupación de la comisaría de Andahuaylas por un contingente de reservistas encabezado por Antauro Humala, volvió a dividir las aguas del país, entre quienes consideramos legítimo en ciertas circunstancias recurrir a procedimientos revolucionarios por el bloqueo de las vías institucionales, y los que rechazan de plano todo lo que desborda la ley burguesa. El Comité Malpica evaluó este acontecimiento al que consideró una manifestación de la crisis en marcha, aún cuando en su planteamiento la acción de fuerza no apareciera conectada a otros movimientos insurgentes o sociales que pudiesen conducirla a un resultado exitoso. Esta posición difícil la sostuvimos contra una casi unánime condena, que incluía a la mayor parte de la izquierda, y que tenía que ver con el poder de los medios que empujaron al enfrentamiento y luego culparon a Antauro de los muertos que produjo el intento de recaptura violenta de la comisaría, obviando además las bajas del otro bando.g. Durante el año 2005, el Comité Malpica, mantuvo un doble esfuerzo. De un lado para forjar la unidad de izquierda sobre una propuesta de ruptura con el modelo económico y el sistema político vigentes, y de construir un puente con el proyecto nacionalista que traía bajo el brazo Ollanta Humala. En un nivel buscábamos una presencia fuerte de las posiciones socialistas en la orientación del proceso, y en el otro ligarnos a la corriente de masas que empezaba a engrosarse a partir de la presencia de un liderazgo que estaba dispuesto a pelearle el poder a los sectores dominantes del país. Es verdad que no tuvimos éxito en una y otra tarea, pero eso no niega su validez. A fines de octubre de ese año nos afirmamos que las listas separadas que estaba armando la izquierda, los programas mediatizados y la ausencia ostensible de ganas de ganar y tomar la dirección del país, conducirían a la derrota. Y agregamos que la incomprensión del fenómeno nacionalista iba a aislar a la izquierda de inmensos sectores del movimiento popular. h. El Comité Malpica ha apoyado la candidatura de Ollanta Humala desde que fue diseñada en los primeros meses del 2005 y ha caracterizado al nacionalismo como una fuerza progresiva y avanzada. Con independencia hemos hecho la crítica a diversos errores de la campaña. Hemos sufrido en algunos momentos maltratos y relegamientos. Pero hemos puesto por delante siempre el interés nacional y popular. Y así llegamos al cierre y a la votación. Dolidos por un resultado que burla las expectativas de millones de personas que aspiraban al cambio, pero convencidos que somos ahora parte de un nuevo mapa político sobre el que se jugará el futuro mediato e inmediato. Estados orgullosos de no habernos abstenido. Nada lo justificaba. i. Cuando los campesinos de Puno, Cusco, Ayacucho, Cajamarca, etc.; los microempresarios y trabajadores de todo el país; las mujeres y los hombres de la sierra y la selva; los habitantes de los barrios populares de las grandes ciudades; los jóvenes que quieren cambiar el sistema educativo; los ancianos que reclaman sus derechos; etc., se pregunten porqué si somos tantos y ganamos en tantos lugares, porqué no somos el nuevo gobierno; el Comité Malpica no hará sino reafirmar ante ellos de que estuvimos muy cerca esta vez, pero el futuro nos pertenece de aquí en adelante. ¿Qué dirán los que prefirieron ponerse al margen’05.06.06

Compañero Enrique Castilla, ¡presente!

La izquierda y Sendero

Por Raúl A. Wiener

Era una mañana a fines de octubre de 1989, cuando me comunicaron que Enrique Castilla estaba muerto. Me encontraba en el local de la revista Amauta de la que era el director. Y desde allí tuve que trasladarme hasta Vitarte, en un pequeño pasaje, a unas dos cuadras de la Plaza Principal y la Municipalidad, estaba el cuerpo cubierto con papeles de periódico. Había recibido varios balazos poco después de salir de su casa. Era dirigente de la Federación Textil y del sindicato de Tejidos La Unión. También era miembro del Comité Central del PUM y ahí nos habíamos conocido. Ahora yo era el primer dirigente del partido que había llegado a reconocer el cadáver.
Mientras la familia y los vecinos declaraban contando detalles como el tamaño y el porte promedio de los asesinos, las ubicaciones y la modalidad del ataque, empecé a sentir una extraña sensación en el espíritu. Y le dije a mi acompañante: siento que Sendero nos está observando y se está riendo de nuestro afán por encontrar indicios para suponer que otros podían ser culpables. Enrique Castilla era un tipo bonachón, algo envejecido en duros trotes sindicales, que se encontraba enfrascado en la lucha de los obreros textiles por impedir el cierre de las fábricas textiles. Después de su muerte Sendero se apoderó de la dirección del sindicato La Unión e impuso una larga toma de la empresa que terminó en el cierre definitivo.
Hace unos meses, uno de los investigadores de la Comisión de la Verdad me visitó para conversar sobre el caso Castilla. Ellos estaban probando hipótesis. ¿Y si fueron paramilitares del gobierno? No tiene mucho sentido. No era un dirigente político público, su muerte tenía un impacto en el gremio, no mucho más allá. ¿Y la empresa? Tal vez, pero eso sería más fácil de entender si es que la patronal hubiese alentado al sector senderista a resolver a tiros la conducción del movimiento. Ah. No sé qué dirá finalmente el informe de la Verdad sobre este caso, pero quiero señalar de mi parte lo difícil y doloroso que era a veces orientarse en esos días.
Enterrando a Castilla algunos compañeros del PUM repartieron unos volantes advirtiendo a Sendero y prometiéndole una respuesta ojo por ojo por las bajas del partido. Para entonces se contaban unos cuatro miembros de la organización muertos por acción de los senderistas y había un número de desaparecidos y asesinados de los militares y la policía. Algunos días después del asesinato de Enrique Castilla la izquierda decidió organizar una marcha callejera por el centro de Lima para hacer frente a la convocatoria de un paro armado decretado por Sendero Luminoso. Fue un desafío con la cara descubierta y asumiendo todos los riesgos que existían en ese momento. Fue una marcha larga que duró desde el medio día hasta entrada la tarde.
Desde Amauta llevamos adelante, a su vez, una polémica sostenida con El Diario, vocero oficioso de la organización subversiva. Ellos sostenían por ejemplo que la reivindicación por la indexación de salarios que planteaban los sindicatos y apoyaba el PUM, en un contexto hiperinflacionario, era una forma de salvar el sistema y oponerse a la guerra. Los trabajadores deberían comprender con su lucha por acortar el tiempo de los pliegos: semestral, mensual, semanal, diario, que no había salidas por esa vía y decidirse al enfrentamiento definitivo. Ese era el debate.
Sobre la autodefensa campesina, también hubo un claro choque de posiciones. Sendero no admitía más organización, defensa y armamento en el campo, que el que se subordinaba estrictamente a su conducción política. Desconocía las estructuras ronderas que existían con anticipación a la guerra, por ejemplo en Cajamarca, de muchas otras que se formaron de manera independiente de los elementos en conflicto: el caso de las rondas de Sihuas en Ancash, de Socos en Ayacucho y otros tantos lugares; y en última instancia el derecho de los campesinos a resolver sus problemas de seguridad, como cualquier otro asunto, en forma autónoma, sin imposiciones de nadie. Imputándoles un carácter de extensiones de las Fuerzas Armadas que la mayor parte de las rondas no tenían, Sendero las enfrentó abiertamente y contribuyó a su propio aislamiento y derrota.
Otro tema fue el curso de la guerra. Y fue allí donde arrancamos la mayor irritación de los redactores del El Diario y probablemente de la cúpula senderista. Dijimos entonces que se habían violado los principios de la guerra maoísta que se proclamaban a los cuatro vientos, y que todo el discurso sobre la aceleración de la guerra, el equilibrio estratégico, evitar la colombianización del conflicto, que se proclamaba a fines de los 80 y comienzo de los 90, los iba a llevar a provocar una confrontación general para la que no iban a tener capacidad de respuesta. Sendero contestaba diciendo que precipitar el golpe militar y la intervención norteamericana favorecería la irreversibilidad de la guerra. En abril de 1992 hubo un golpe de Estado con una opinión pública volteada totalmente hacia el lado del autoritarismo. Cinco meses después era capturado el presidente Gonzalo y Sendero entraría en fase de inexorable declive. Por opinar sobre estas cuestiones nos llenaron de insultos y dijeron que queríamos canjear una candidatura parlamentaria con denuestos a la guerra popular.
De todo esto hay un testimonio impreso en el libro “Guerra e Ideología” publicado en 1989, que recoge los artículos de Amauta y El Diario, y los ubica en el tiempo en que fueron escritos. No pocos pensaron que era un atrevimiento que pusiéramos nuestras firmas en los artículos y editáramos como libro esta controversia. En el partido nos exigían caminar con elementos de seguridad y sacar licencia para portar armas, que nunca aprendimos a utilizar. En el año 1992, la policía allanó la casa del militante del PUM en Piura, César Sosa, y lo detuvo por padecer una cojera, ser trabajador de la universidad y vivir en un Pueblo Joven de la periferia de la ciudad. Uno de los integrantes de un destacamento senderista que asesinó a al ex presidente de la región era cojo. Se decretó entonces una redada de discapacitados, en las zonas pobres y buscando relación con la universidad. Pero César Sosa fue el único que quedó preso porque en su poder se encontró mi libro en polémica con Sendero. La policía, el fiscal y el juez no se dieron cuenta de su verdadero contenido. Y le hicieron cargos de asesinato que lo mantuvieron en la cárcel por años, hasta que apareció otro culpable. Cuando Sosa fue liberado, se percató que el que lo había reemplazado era sordo. No oía, casi no se daba cuenta de los cargos que hacían sobre su persona. Y también era cojo. Tal vez este relato sea muy personal. No he podido evitarlo. Pero es mi forma de responder a la monserga de la izquierda que “no deslindó” o que estaba casi a un paso de incorporarse a Sendero Luminoso. También sobre el tema de la “lucha ideológica”. Finalmente que uno no tenía que renegar de sus principios de cambio social y compromiso con las causas populares, para enfrentarse al militarismo y totalitarismo senderista. No estoy hablando de teoría. Estoy refiriendo a días en que uno podía terminar tirado con un montón de papeles cubriéndole el cuerpo o preso porque la represión no sabía apreciar las diferencias.

8 años del Comité Malpica

¿Adónde va el CM?
Texto del discurso de Ricardo Letts en el acto de aniversario del Comité Malpica el 26.10.2006, en la Asociación Peruana de Ingenieros Agrónomos, APIA.
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Este es un acto de aniversario.
Un Aniversario del nacimiento de Carlos Malpica
Un Aniversario de la lucha del Comité Malpica por hacer realidad sus ideales.
Los aniversarios son –precisamente- para recordar, para revisar lo vivido, para repasar las decisiones tomadas, para hacer un balance autocrítico.

Carlos Malpica Silva Santisteban nació en 1929 y murió en 1993.

El Comité Malpica se constituye, y comienza a luchar en la calles de Lima, en 1998, cinco años después de la muerte de Carlos.

Formalmente, el 25 de enero del 2,000 se levanta el Acta de Constitución del CM y a continuación se pidió su inscripción en Registros Públicos.

En 1995 se había producido una nueva gran debacle electoral de la izquierda en el Perú.
Según los resultados, la IU alcanzó un 5% y eligió sólo a dos congresistas: Javier Diez Canseco del PUM y Rolando Breña del UNIR/ PCP(PR). Era la dictadura del Fujimori y sin duda también hubo fraude.

En 1996 Ricardo Letts renunció al Partido Unificado Mariateguista, PUM, con una carta muy larga donde se hacía un largo balance autocrítico.

Otros habían renunciado antes.

Todos –tanto los que renunciamos como los que se quedaron- proclamábamos la tarea de persistir en la lucha por un socialismo mariateguista.

Ese era el de Carlos Malpica, un socialismo mariateguista.

Mariátegui había dicho que era tarea de una próxima generación, es decir –casi- de la nuestra, dar nacimiento al socialismo indo-americano.

Carlos decía, debemos crear en Perú un Socialismo Cholo, es decir un socialismo nuestro, el nuestro.

A estas alturas del proceso de globalización, nosotros ya estamos seguros de que éste habrá de ser un socialismo nacionalista antiimperialista.

Veamos el balance:
(1)

De 1998 al 2,000.

Son años de la lucha contra la dictadura de Fujimori.
Nuestra línea táctica tiene como consigna principal:

¡Fuera Fujimori!

¡La Rebelión contra Fujimori se Justifica!

Nuestro objetivo táctico de la época es:
¡Ganar las calles e impulsar la rebelión!

Realizábamos Asambleas Populares Unitarias en la Plaza San Martín –todos los martes de 6 a 8 PM- casi 100 semanas seguidas. Un promedio de 200 a 400 personas en cada reunión semanal.

Como CM hicimos una participación general en La Marcha de los Cuatro Suyos.
Pero el CM hizo una participación específica y concreta en la Rebelión Popular del Pueblo de Lima del 28 de julio del 2,000.

Reiteramos todavía hoy, lo que fue nuestro cántico con las masas entonces:

¡Ante el fraude electoral de Fujimori, …
el Jurado, …
por el pueblo,…
¡Bien quemado! ¡Bien Quemado!

Fue esa rebelión popular aguerrida, factor culminante del proceso, la que marcó el final de Fujimori.

Cuando la rebelión de Ollanta y Antauro Humala en Locumba, tres meses después, el 29 de Octubre del 2,000, sin ninguna vacilación ni reserva dimos nuestro apoyo público, reiterado, en cuanto espacio de difusión pudimos alcanzar. Y no fueron pocos.

No tuvimos participación en el proceso electoral aunque la buscamos.

Nos esforzábamos por manejar correcta y responsablemente la concepción de “La Trenza”, articular los escenarios, las tácticas, las formas de lucha.

En general –suponemos- fuimos marcados por los operadores políticos como políticamente demasiado radicales.

(2)

De 2001 al 2003.

En febrero 2001, después de la llegada al Perú de Alan García Pérez, por mandato de la APU PSM y del CM confeccionamos y presentamos públicamente la acusación contra él y otros por el horrendo crimen de asesinato y genocidio en la matanza de los penales: Frontón, Lurigancho y Santa Bárbara.

Revivimos un proceso casi definitivamente sepultado.
Cinco años más tarde allí languidece.
Los asesinos se han convertido ahora en autoridades elegidas.

En las APU de la PSM tuvimos que repeler entonces diferentes embestidas apristas y de la policía que intentaban desbaratarnos y dispersarnos.
Logramos prevalecer y continuar.

Para el proceso electoral nuestra consigna fue:
¡Votar, por ninguno!

Luego de que Toledo fue elegido presidente, en el proceso electoral por el gobierno de las regiones, de setiembre a noviembre 2001, invitados, participamos, como aliados de la UPP, como candidatos al Gobierno de la Región Lima. La iniciativa fue de ellos. Nosotros aceptamos.

Sin organización, sin bases, sin equipo de dirigentes, sin financiamiento, con una UPP desarticulada en la región, a pesar del esfuerzo de algunos cc. obtuvimos escasos resultados: 3.5 % del voto. Perdimos ante APRA y Unidad Nacional. MNI y otras dos organizaciones quedaron detrás de nosotros.
A pesar del fracaso, sin embargo, esta experiencia política sirvió, fue útil.
Como organización política el CM avanzó.
Se des-burocratizó un poco, se des-intelectualizó un poco, quedó un poco menos aislado.

Continuamos insistiendo en buscar la unidad política.
Planteábamos entonces: forjar la unidad de toda la izquierda.
En alianza con la dirección de la CCP, en Conveagro y en la CGTP, comenzamos a buscar un espacio y una línea de movilización de masas para sacar a Toledo del Gobierno, por corrupto, además de inepto y servil.
Entre los partidos políticos a quienes convocábamos, nadie compartía con nosotros esta línea general.
El MNI y el PCP(PR) que al principio sí la habían compartido, retrocedieron al desarrollar su propia unidad con el PC / CGTP.

Habíamos seguido trenzando. Eso estaba bien.
Pero nuevamente nuestro radicalismo frente a la posición en exceso moderada y conciliadora de los demás, nos terminaba por “aislar”.
Pero ¿de qué nos estábamos aislando?
Los otros, los demás, con su supuestamente correcta “moderación” y “conciliación” con su “afán de buscar el centro, avanzar hacia el centro” tampoco avanzaban a ninguna parte más que a ser instrumentados por la derecha en la lucha por la estabilidad del gobierno corrupto de Toledo.

(3)

De 2004 al 2005.

Este es un período de búsqueda de alianzas concretas para forjar la unidad y luchar por sacar a Toledo.
A mitad del 2004 produjimos tres números con tirajes de un mil de “Política”, una revista mensual del CM. No pudimos mantener la capacidad periodística para seguir sacándolo. Cerramos.

Frente al Gobierno de Toledo, mantuvimos, en general, la consigna de:
“La Rebelión Se Justifica”.

Con los etno-caceristas, (ó etno-nacionalistas), presididos por Antauro Humala e Isaac Humala, su padre, avanzamos en una muy difícil alianza política que llegó hasta el 29 de octubre del 2004. Se desarrollaba en permanente y aguda polémica, en confrontación, con gran dificultad, siempre al borde del rompimiento. Con nuestras discrepancias frente algunas de sus expresiones, claras desviaciones extremistas, llegamos a un punto de ruptura.

Al producirse la rebelión de Andahuaylas contra Toledo, en enero 2005, nos identificamos solidariamente con la acción, y dimos respaldo pleno a la línea insurgente desarrollada. Defendimos la concepción y la línea general, puntualizando de manera subordinada nuestras reservas.
Dijimos entonces y repetimos hoy día:
¡Viva el grito insurgente de Andahuaylas!

Con la Coordinadora de Izquierda primero y luego con el Frente Amplio –que más adelante se convertiría en Frente Amplio de Izquierda- llegamos a formalizar la unidad.
Supimos, desde un inicio que era muy burocrática, y que se daba en medio de un fuerte sectarismo y hegemonismo del PC.
Hicimos grandes esfuerzos por llevar las relaciones con máxima seriedad, afirmando la democracia, la consideración, el respeto.
Fue muy difícil.
En el Frente Amplio, tuvimos como aliado sobre todo al MNI, también en menor medida al MDPU, y por momentos al FOCEP.


Con el MDPU la relación política nunca avanzó. Ellos estaban liderados en Lima por una dirección de clara línea social-demócrata. En esa lógica ellos, finalmente buscaron su alianza con PDS y PS.

Fuera del FA, nuestros intentos de alianza eran con el Partido Democrático Descentralista, PDD, (que más adelante se convertiría en PS).
Por más esfuerzos que hicimos, tampoco avanzamos.
Ellos marchaban hacia la derecha para tratar de alcanzar el anhelado y supuesto centro político.
Nosotros les resultábamos demasiado radicales.

Estábamos unidos con un conjunto de organizaciones de izquierda en el FA, pero aislados como minoría de uno dentro del FA.
Participábamos de una unidad donde éramos estricta minoría.

Desarrollamos importantes relaciones políticas de solidaridad con etno caceristas, emerretistas y senderistas presos en Canto Grande y Piedras Gordas.

Implementábamos seguramente –se podría tal vez decir ahora- una línea demasiado radical para querer encontrar un espacio en el proceso electoral que se estaba iniciando ya.
Pero luego, a la luz del desarrollo posterior de la confrontación y la polarización que se desarrolló, ¿lo era? – O –si se quiere- ¿quiénes son los que se equivocaron? ¿o – si se quiere- los que más se equivocaron?

(4)

De 2005 al 2006.

Desde la llegada de Ollanta Humala Tasso del extranjero en Marzo 2005, con su presencia, voluntad expresa y concurrencia, creímos haber forjado una alianza política con él, con su movimiento nacionalista.
Dos veces creímos que ya era un hecho.
Primero entre ellos y nosotros.
Luego entre ellos y nosotros todos los del Frente Amplio.
Pero luego esa alianza se evaporó.
Y no está claro todavía ¿por qué se evaporó?
¿Quién tuvo qué responsabilidad?
¡No es poca cosa la desaparición de una alianza que hubiese sido –consecuentemente dirigida- un factor de victoria política electoral.

Dentro del FA en sus reuniones de dirección en Lima, como en Cuba ante la dirección política cubana interesada en conocer nuestros puntos de vista sobre la situación política, y en La Habana ante la representación diplomática de Venezuela allí, encabezada por Adán Chávez Frías, hermano del Comandante Hugo Chávez, respaldamos resueltamente, y solitariamente entonces , y durante todo el primer semestre del 2005, la candidatura de Ollanta Humala a la Presidencia de la República, a la cabeza de un frente nacionalista antiimperialista que lo queríamos muy amplio y que abarcaría, por cierto, a la izquierda, del Frente Amplio y fuera de éste, en sus diferentes expresiones.

Este Frente, combatiendo consecuentemente y sin vacilaciones, hubiese ganado las elecciones.

El CM sacó –al respecto- una resolución política que entregó a Ollanta Humala en sus manos en bastante polémica reunión en setiembre 2005.

Entre noviembre y diciembre nos vimos obligados a romper con el FA y con todos nuestros aliados dentro del FA ante su insistencia de llevar candidato propio, y no culminar la alianza con el nacionalismo de Ollanta Humala.

Nos resultaba –pensábamos entonces- la única manera de poder forjar la alianza con el PNP.

Sin embargo Ollanta –en esas mismas circunstancias- estaba en pleno trance de cerrar alianzas con tendencias encabezadas por futuros grandes traidores como Carlos Torres Caro; y con ciertos sectores empresariales que presionaban hacia la derecha en busca de satisfacer sus propios intereses; y con el grupo progresista, de origen barrantista, que presidía Gonzalo García Nuñez.

Todos ellos –los tres sectores mencionados- presionarían fuertemente, y con éxito, para impedir la relación política del nacionalismo con el CM.

Como CM quedamos varados en la ante-sala del PNP.
Quisimos participar con ellos siendo algunos de nosotros candidatos en el proceso electoral y no lo conseguimos.
El propio Ollanta no lo admitió.

Sellada nuestra exclusión, luego del desarrollo de la campaña, Ollanta, en el mitin de cierre, haría un gesto público, de agradecimiento y reconocimiento a nuestra participación solidaria, constructiva, leal, pese a no ser candidatos de nada.

Aceptamos el gesto pero sabemos que no resolvió gran cosa, tal vez incluso: nada.

Nosotros no tenemos hasta ahora una explicación cabal sobre cómo y por qué Ollanta no tuvo capacidad, para resolver con transparencia y en sentido unitario y correcto el tema de la relación política con nosotros.

Justamente en estos días Ollanta Humala ha hecho una pública confesión de algunos gruesos errores políticos y orgánicos cometidos por él –y sólo por él, dice- en la campaña. Esto es un avance.
No sentimos que esta reflexión autocrítica haya llegado aún a un punto que nos parezca satisfactorio.

Con serenidad y paciencia, con flexibilidad y tolerancia, con consideración y respeto, y especialmente tratando de alcanzar y mantener buen humor y sentido de responsabilidad, estamos y seguiremos luchando y esperando, … trabajando políticamente y esperando mejorar relaciones.

(5)
La línea política principal del primer semestre 2006 fue:
¡La izquierda consecuente apoya al nacionalismo antiimperialista!

El CM aplicó en la campaña electoral del 2006 una resolución bajo la consigna general:

¡Ollanta Presidente! ¡Impulsemos la Gran Transformación! ¡La izquierda consecuente apoya al nacionalismo antiimperialista!

Luego del proceso electoral, en agosto pasado hemos sacado una resolución de balance político del proceso bajo las consignas:

¡Combatir la traición al pueblo del Gobierno aprista de garcía!
¡Cerrar filas con el PNP y la causa nacionalista antiimperialista!
Persistir en consolidar el frente en todos los escenarios de lucha!
¡Aportar a la construcción del partido nacionalista desde las bases!

¡La izquierda consecuente sigue apoyando al nacionalismo antiimperialista!

Ahora procesamos en el CM una situación de extendida e intensa reflexión política autocrítica frente a los frustrantes resultados en la lucha por participar en el proceso electoral, (Elecciones Generales y también Elecciones Regionales y Municipales).

Nosotros, de acuerdo a la línea política trazada, íbamos en alianza con el nacionalismo antiimperialista que lideraba Ollanta Humala.

Desde su dirección, Ollanta no permitió que desarrollásemos esta alianza.

De otro lado- pareciera que dentro del CM, en algunas bases se hubiese producido –a partir de esta frustración- una cierta expresión de electorerismo. Ésta consistiría en que estamos allí, dando la lucha, en este proceso electoral, pero no aparece claro con qué objetivos políticos, construyendo qué organización política, acumulando en qué espacio, dentro de qué plan general.

Que desarrollemos una reflexión autocrítica a este respecto es indispensable.

A la vez, hay –sin duda- una desmoralización y dispersión, en las bases nacionalistas de todo el país.
Hay señales visibles de ello por muchas regiones.

En las elecciones generales el nacionalismo antiimperialista de Ollanta alcanzó 6´300,000 votos. Eso fue 47% del voto válido. Ollanta ganó en 15 regiones del país.

Ahora, en estas elecciones regionales y municipales, ¿cuáles serán los resultados para el nacionalismo?
Tenemos una gran reserva y una fuerte preocupación al respecto.
Ya no es el país dividido a dos que logramos forjar en el primer semestre: nacionalistas antiimperistas de un lado y reaccionarios oligárquicos y pro-imperialistas del otro

Sin embargo pareciera que no pueden ser menos que siete gobiernos regionales en los cuales llegue a triunfar la causa nacionalista antiimperialista: 1 Amazonas, 2 Cajamarca, 3 San Martín; 4 Huancavelica; 5 Apurimac; 6 Ayacucho; 7 Tacna.
Y –muy probablemente- gobiernos cercanos a esta causa en: 8 Puno; 9 Cusco; 10 Huánuco; 11 Junín;

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¡La unidad, en un frente político, es una indispensable política de principios, para crecer, para ser más fuertes, para poder plantearnos objetivos políticos mayores, de más envergadura!

Pero en concreto, debemos preguntarnos:

¿unidad, para alcanzar qué objetivos políticos?
¿unidad, en base a qué medios, qué táctica, que formas de lucha?
¿unidad, con quién, qué líderes; o con quiénes, qué organizaciones políticas?
¿unidad, que será conquistada cómo?

Las fuerzas políticas que podrían y debieran actuar unidas, están ahora soberanamente desunidas después de la frustrante experiencia del proceso electoral y específicamente del Frente Amplio.

Nosotros del CM, debiéramos intentar juntar con el CM a:
(1) El Partido Nacionalista Peruano que dirige Ollanta Humala.
(2)El Partido Socialista, o por lo menos su Ala Izquierda. A la cual habría que ganar a los cuadros consecuentes del resto de la dirección del PS;
(3) El Movimiento Nueva Izquierda, MNI, y el Partido Comunista del Perú (Patria Roja);
(4) El Partido Comunista Peruano y el Frente Popular; y

Con ellos tratar de encontrar formas apropiadas para iniciar el trabajo unitario, constituir una dirección basada en el consenso, por ejemplo.

No estamos de acuerdo con la línea de confrontación política abierta adoptada por el quincenario “Antauro” que dirige –desde Piedras Gordas- Antauro Humala, especialmente desde este su último número.
Expresamos nuestra pública discrepancia.
Tenemos que pasar a considerar el fin de la alianza política que teníamos.
A pesar de que mantenemos amplios espacios y perspectivas de coincidencia.

Sin embargo mantenemos nuestra solidaridad con todos los presos políticos detenidos.
Ellos deben salir libres.
No son responsables de ningún crimen.
Son falsas acusaciones manipuladas por una prensa corrompida que engaña a la Opinión Pública.

(7)

¿Trenzamos? ¿Estamos intentando trenzar? ¿Estamos poniendo nuestra atención principal sobre el proceso de movilización de masas populares por sus propios derechos y muy sentidas reivindicaciones?

Si no hacemos esto, no tenemos la base para que sea necesario y posible trenzar.

La movilización de masas es el alma de acero de la trenza.

¿A este respecto qué hay por delante en la escena política nacional?

El gobierno de García y el PAP es, definitivamente más de lo mismo. Es neo-liberalismo fujimorista, toledista, apenas maquillado.

La consigna nuestra de combatir la traición al pueblo del gobierno de García y el PAP, es correcta, es certera.
Esta es la línea principal.

Por delante entonces se irá viendo cada día más claro cómo García y el PAP traicionan al pueblo y sirven a la oligarquía y el imperialismo.
Las condiciones de agudización de la desigualdad se acentuarán. Y se darán cada vez más favorables condiciones para la protesta popular y la movilización.
El 75% de apoyo de la ciudadanía alcanzado por García en base a temas demagógicos como la cuestión de la rebaja de sueldos y la pena de muerte para asesinos violadores de niños menores de siete años, ... ya se redujo a 67% y de allí al 60%, y seguirá bajando.

(8)

En la actualidad, a nivel político público, la principal tarea es impulsar la oposición del propio nacionalismo antiimperialista al traidor gobierno aprista de García Pérez. Esperamos poder llegar a entendernos con Ollanta y la dirección del nacionalismo a este respecto.

En el Perú, hoy por hoy, no hay una real, cabal, efectiva, oposición nacionalista antiimperialista al gobierno traidor de García Pérez.

Ni Ollanta ni el Partido Nacionalista presentan una efectiva oposición política desde los ideales, el programa, los objetivos políticos ya trazados en el Plan de Gobierno del nacionalismo antiimperialista durante la campaña electoral de enero a junio de este mismo año 2006.

Tampoco el resto de las organizaciones de izquierda que podrían, y que debieran hacerlo, lo hacen debidamente.
Nosotros incluidos por supuesto.

El APRA y el Gobierno de García por ello llegaron a alcanzar 75% de aprobación. Ahora han comenzado a retroceder. Se enredan y se tropiezan solos.

(9)

Trabajar un Plan Táctico de Lucha del Comité Malpica como la primera gran cuestión.

Examinemos qué hacemos, en esta perspectiva, en el espacio de masas de La Trenza:
En el espacio de masas campesinas la vinculación es con CCP, con CNA, con CONACAMI, con los algodoneros, principalmente en las bases de Pisco y Chincha en cuyo liderazgo, sin embargo, hay apristas honestos; con cocaleros. Y es el trabajo en agro, en Conveagro y en esos espacios. No hay más.

Ha habido persistente prédica de cc. dirigentes del CM en bases de masas con objetivos de movilización contra el TLC. Algún nivel de movilización se alcanzó. No se consolidó liderazgo ni se consolidó organización. Propiamente no había un equipo de dirigentes encargado de ese trabajo. Eran sólo dos líderes del CM, o más bien “de la izquierda en general”, los que actuaban, sin un plan concreto, incluso, a veces, aislados entre si.

En la lucha de los pueblos campesinos contra las mineras, nosotros, del CM, no estamos adecuadamente presentes. En el intento de relación y solidaridad con CONACAMI que, evidentemente lidera nacionalmente el movimiento, sí hemos avanzado algo.

En el fortalecimiento y creciente movilización del espacio sindical, sobre todo minero, y también de Construcción Civil, no estamos tampoco debidamente organizados.
No alcanzamos todavía la fuerza para ello.
Tenemos, sin embargo, una buena relación con la dirección de la CGTP y de la FNTCCP.

(10)

Es tratando de formular y de llevar a la práctica un indispensable Plan Táctico Político que avanzaremos en construir el Partido del Comité Malpica.

Este tendría que ser, lo propondríamos seguramente así, un partido abierto y convocante.

Un partido que aplique siempre, consecuentemente, la concepción de La Trenza para avanzar políticamente.

Un partido de cuadros que se plantea la tarea de liderar masas concientes, organizadas, combativas, bien lideradas.

Un partido programáticamente, ideológicamente, nacionalista–antiimperialista, en la perspectiva de un socialismo indo–americano.

Un partido que se plantee la tarea de la unidad de los mariateguistas y la unidad de todas las sangres y todas las culturas.

Un partido que haga flamear las tres banderas a la vez: la de la patria, la de todos los colores del arco iris, y la roja que es el color de la libertad, de la lucha, y del heroísmo.

Plantear allí la cuestión concreta de la unidad.

Poner el Plan Táctico en la perspectiva de trenzar.

Considerar todos sus tres aspectos, y centralmente la movilización de masas populares.

Por eso queremos gritar, con Uds.:
El pueblo, unido, jamás será vencido.
El pueblo, unido, jamás será vencido.
Y queremos agregar, corregir, mejorar, para que diga:
El pueblo,
unido,
conciente,
armado,
y bien dirigido,
jamás será vencido.
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martes, noviembre 07, 2006

Ricardo Letts en 1963

Prólogo a
«Reforma Agraria Peruana, justificación económica y política»
de Ricardo Letts Colmenares


Es noviembre de 1963 y la Reforma Agraria Peruana avanza incontenible. No es la Reforma Agraria Oficial, ni la está haciendo el Gobierno, ni la están haciendo tampoco las empresas privadas, ni los técnicos internacionales; son los campesinos los que, hasta hoy día, la están llevando a cabo.

Esta Reforma Agraria Peruana tiene el carácter de irreversible, y no viene a ser sino el desarrollo, en el terreno de los hechos, de la Revolución Nacional que ahora toma la forma de ocupación de tierras.

En el Parlamento Nacional existen ya seis proyectos de ley de Reforma Agraria:

1.- El de la Comisión para la Reforma Agraria y la Vivienda (CRAV) que presidiera Pedro Beltrán y que fuera presentado el 21 de setiembre de 1960; fue el primer proyecto y estuvo destinado a defender el latifundio y a evitar una auténtica transformación de la estructura agraria. Este proyecto fue repudiado por todos los sectores progresistas y naturalmente alabado por los terratenientes.

2.- El del Ingeniero Agrónomo Carlos Malpica, Diputado por Cajamarca, presentado el 6 de octubre de 1961. Este proyecto fue el segundo, moderado y con algunos serios defectos, pero bien intencionado y progresista. No fue debatido, se le envió a comisión y allí quedó encarpetado.

3.- El tercer proyecto presentado al Parlamento en nombre del Poder Ejecutivo, por el Ministro Enrique Torres el 12 de Agosto del presente año. Este proyecto se presenta cubierto de un ropaje revolucionario pero es en algunos aspectos conservador y en otros equívoco. Desgraciadamente no ha recogido muchos de los correctos planteamientos de Acción Popular, aunque contiene sin embargo algunos de sus importantes aspectos positivos.

4.- El del grupo de la Unión Nacional Odriísta, presentado el 16 de setiembre del presente año. Es quizás el más reaccionario de todos cuantos han sido presentados; ha recibido el rechazo unánime y no significa aporte ninguno.

5.- El proyecto del Partido Aprista Peruano, entregado el 12 de Octubre próximo pasado, conteniendo una serie de deformaciones. Este proyecto parece destinado a evitar una transformación estructural y a proteger a importantes sectores latifundistas. Pretende solucionar el problema agrario por el sistema de “poner parches” y busca robarle al proceso de Reforma Agraria su contenido revolucionario. Se presenta menos progresista que el proyecto del Poder Ejecutivo aunque presenta algunos aportes interesantes y algunos aspectos positivos.

6.- El último proyecto en ser presentado ha sido el del Frente de Liberación Nacional tomado de la Confederación Campesina del Perú; es radical y tiende a una transformación total de la estructura. Este proyecto entrañaría, sin embargo, una serie de reformas constitucionales; aparece presentado más que nada como testimonio de las aspiraciones de un grupo; es muy incompleto y presenta algunos defectos, puede ser considerado sin embargo como un interesante aporte.

En esta forma el Perú, con seis proyectos en el Parlamento ha logrado superar el record latinoamericano que ostentaba el Ecuador con cinco proyectos. Demás está decir que en esta hermana república tampoco se ha hecho Reforma Agraria.

La Reforma Agraria, decía un conocido experto mexicano, es como el matrimonio, si uno va a esperar la opinión de cada tío, pariente y amigo, para procurarse casa propia, refrigeradora, cocina, muebles y automóvil, lo más probable es que no se case nunca.

Las Reformas Agrarias no “ocurren” simplemente; tampoco pueden ser consideradas “regalos” de algún gobierno; las Reformas Agrarias son procesos revolucionarios y siempre –la historia así lo demuestra- son el fruto de las luchas y conquistas de los pueblos. Todo esto parece indicar que en el Perú será muy difícil que se haga la Reforma Agraria oficialmente, por acuerdo legislativo, por resolución gubernativa.

¿No es acaso tragi-cómico que mientras en la Sierra peruana los campesinos van ocupando centenares de miles de hectáreas, y en todo el país sigue, por obra del pueblo, el avance incontenible de un movimiento agrarista y reivindicador, en Lima los diferentes grupos políticos (envueltos seguramente en la más desinteresada y noble defensa de los sagrados intereses de la patria) parecen buscar los planteamientos adecuados para la Reforma Agraria Perfecta?

Reforma Agraria efectiva se puede hacer hoy mismo en el Perú, sin esperar ninguna ley del Parlamento y sin violar ninguna de las existentes; sin producir el caos y sin perder tiempo en sofisticaciones y refinamientos. Bastan los dispositivos que ya existen y el apoyo campesino que está asegurado; al parecer, la decisión es lo único que falta.

Pero como “en el mundo de los ciegos toda luz es mentira”, en el Perú también así sucede. Los grupos que tienen sobre sus espaldas la responsabilidad han sido incapaces de valorar el proceso en perspectiva y los ciegos marchan al suicidio.

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El presente trabajo fue aprobado como tesis de grado con la que el
autor obtuvo el título de ingeniero agrónomo en la Universidad Agraria,
en enero del presente año. Creemos que su lectura puede ayudar a
esclarecer algunos aspectos del problema agrario.
Lo ofrecemos tal como fue presentado, tal como fue aprobado.

Lima, noviembre de 1963.